Todo va bien - 7. Silencio
Con suavidad hace avanzar la mano derecha por el lateral de la mesa mientras siente el suspiro del mantel bajo sus dedos. El silencio de la cena contrasta con todo el ruido de las últimas semanas. Un ruido que había ido adueñándose de sus vidas en forma de despecho, de miedo, de rabia. Un ruido que no les había permitido escuchar las razones del otro, las súplicas de sus ojos.
Ahora, por fin, el ruido había callado y con él las críticas, los menosprecios y los llantos. Ahora, por fin, era capaz de escuchar su propia voz, resacosa de bilis, aunque no tuviera nada que decir. Incluso creía reconocer la voz de su corazón en ese sonido apagado que procedía de su interior, como el quejido de un papel desarrugado.
Su mano continúa avanzando en pos de la de ella, en unos instantes la atrapará y ambos sentirán el calor de sus palmas. Después subirá por el brazo, suavemente pero sin hacerle cosquillas, dejará atrás los montes de su hombro y los valles de su clavícula y conquistará su corazón, tal y como había hecho hace justamente hoy cuatro años.
Pero en el último momento, a un centímetro del camino a su corazón, ella deja la servilleta, aparta la mano y la oculta en algún lugar lejano, inalcanzable. Desencantado, la mira y descubre sus ojos vidriosos, fijos en él. No se había dado cuenta pero seguramente llevan toda la cena fijos en él. Cuatro años mirándole con intensidad y ahora los ve cansados, derrotados.
Unos ojos que en el último momento parecen decirle, con una lágrima, ¿por qué siempre me toca a mí la canción triste?
Altura de la órbita: 266.7 mi - Velocidad de navegación: 17338 mi/h - Flujo solar: 8 part/cm2 - Temperatura exterior: 25 K - Temperatura de cabina: 294 K - Presión de cabina: 737 mmHg - Oxígeno: 20.6 % - Ritmo cardiaco: 25.
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